lunes, 30 de diciembre de 2013

Capítulo 26. Sisters.

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CAPÍTULO 26: 'SISTERS'



La fresa que estaba a punto de tragar se quedó a medio camino entre mi boca y mi garganta. Hice un gran esfuerzo y la tragué de golpe, haciendo que mi garganta doliera durante un corto periodo de tiempo.

Tu: Vaya, Liam... No sé qué decir. Nunca he sabido qué decir en estos casos.

Liam: Me basta con un 'Tú también me gustas' ¿Sabes? -Aportó con una sonrisa, a la vez que yo sacaba otra.

Tu: ¿Cómo sabes si alguien te gusta?

Estuvo mirándome a los ojos por un momento que me pareció eterno, pero cuando los apartó de mí fue como si hubieran pasado apenas dos milésimas de segundo. Puso su mirada en mis labios. Estuvo analizando mi rostro mientras parecía estar pensando qué responder a aquella pregunta.

Se dio cuenta de que seguía encima de mí, así que se tumbó de lado apoyándose en su codo junto a mí y yo lo imité, quedando enfrentados.

Liam: Interesante pregunta. -Volvió a pensar unos segundos. Yo sonreí, a lo que él me imitó, no sé muy bien por qué.- Yo, personalmente lo sé porque cada vez que esa persona te sonríe, sienes el deber de sonreír también. Porque el simple hecho de que esté contenta te hace feliz.

Sentí mis mejillas enrojecer. Hablaba de mí. Cada vez que yo estoy contenta él también lo está. Porque le gusto. Le gusto. Y ese cosquilleo que estaba en mi interior se revolucionó. Tanto que parecían temblores. Temblores que lo único que me producían era felicidad.

Liam: Y cada vez que estás cerca de mí siento como un cosquilleo, una corriente eléctrica recorriendo mi interior.

¿Él también lo sentía? Lo que quiere decir que... ¿Él me gusta?

Liam: Y cuando me besas, eso se multiplica por mil.

Tomó delicadamente un mechón de mi cabello y lo enrolló entre sus dedos, para luego desenrollarlo y repetirlo sucesivamente.

Lo de las corrientes también me ocurría a mí. Pero, ¿Se multiplicaban por mil cada vez que me besaba?

Supongo que solo hay una manera de saberlo.

Alargué mi brazo hasta alcanzar la parte posterior de su cuello y acercarlo a mí, haciendo que nuestros labios se juntaran. Él me siguió de inmediato. Proporcioné el permiso para entrar en mi cavidad bucal abriendo la boca y dejando que su lengua entrara en contacto con la mía, jugando a un ritmo que últimamente habíamos marcado mucho.

Y de repente lo sentí. Sentí todos esos cosquilleos en mi interior, pero más intensos. Como... Como multiplicados por mil.

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Esas ganas que te entran de tirar el despertador por la ventana. Sí esas. Esas son las que sintió Rubi al oír el 'Titi-titi-titi' del reloj de su mesilla de noche marcando las nueve.

Apagó de un golpe seco el despertador y se tapó la cara con la almohada sabiendo que su hermana no iba a tardar en irrumpir en la habitación con la típica escusa de "Ya es de día" que todos hemos utilizado.

Estaba a punto de dormirse de nuevo cuando alguien pequeño se tiró encima suyo.

Rubi: ¿Qué quieres Amy?

Amy: ¡Que ya es de día!

Rubi: ¿Y?

Amy: Que mamá nos va a llevar a un sitio con muchos vestidos y muchas flores y cosas bonitas.

Rubi: Ah, mierda. Lo olvidé.

Amy: Mamá nos espera abajo. ¡Date prisa! -La pequeña bajó de encima y salió por la puerta.- Mmmm huele a chocolate. -Se la oyó gritar desde las escaleras.

Rubi se levantó, se estiró y se dio cuenta de que no le apetecía absolutamente nada ir a mirar vestidos. Cayó de nuevo en la cama. Después de unos minutos se volvió a levantar y se vistió. Se hizo una coleta provisional para bajar a desayunar y fue a la cocina, encontrándose a su madre y Amy disfrutando de sus tazas de chocolate caliente.

Cogió la taza restante y le dio un sorbo.

Rubi: Mamá ¿De verdad tenemos que ir hoy?

Anne: Sí, es el día que tengo libre. ¿Por qué? ¿No te apetece venir?

Rubi: No, no es eso.

Anne: ¿Entonces?

Rubi: Nada, no pasa nada. -Sonrió para tranquilizar a su madre.

Anne: Pues daros prisa, estoy deseando que empecéis a probaros vestidos.

Acabó el chocolate y subió a su habitación a peinarse. Cuando ya estuvieron todas listas se dirigieron al centro comercial.

Anne: Por cierto, también van a venir Allen y sus hijos. Hemos decidido que, ya que Laura y tú sois damas
de honor, deberíais ir iguales. Y Austin conjuntado con vosotras.

Amy: ¿Y yo? -Puso cara de malhumorada.

Anne: Tú, cielo, como eres la encargada de tirar pétalos de flores, vas a ir del mismo color que ellas.

Amy: Ah, vale. -Sonrió de nuevo.

Se encontraron con Laura, Austin y Allen en la puerta.

Laura: ¡Rubi! -Se abrazaron.

Rubi: ¡Hola!

Austin: Buenos días. -Le dio dos besos.

Rubi: Buenos días. -Respondió ella.

Allen: ¿Qué tal, Rubi? -Le dio otros dos besos.

Rubi: Un poco cansada. ¿Tú?

Allen: Igual. -Se sonrieron mutuamente. Se separó un poco de él y se juntó a Laura.

Laura: ¿Te han dicho que vamos a ir iguales?

Rubi: Sí.

Laura: ¿No es genial?

Rubi: Mucho. -Respondió con una sonrisa.

Ellas siguieron a sus padres y entraron en un par de tiendas. Las más aburridas que habían visto en su vida. Con vestidos horrorosos.

Rubi: Creo que si seguimos entrando en tiendas como estas nos van a dar las uvas.

Laura: Ya, y seguiríamos sin tener un maldito vestido.

Salieron de la tienda y sus padres entraron a otra todavía peor que la anterior. Rubi echó una mirada rápida a Laura, quien miraba la tienda con cara de espanto.

Rubi: A la de tres nos metemos en ese pasillo. -Susurró mientras señalaba discretamente un pasillo del centro comercial. Aprovechó que su madre estaba mirando unas flores en el escaparate.- Una, dos, tres.

Se escabulleron por aquel pasillo saliendo a otra parte del comercio, donde había tiendas mucho más modernas e interesantes.

Laura: Gracias, no sé qué habría hecho si me quedo con mi padre y mi hermano para comprarme un vestido. Para estas cosas prefiero ir sola.

Rubi: Ya, o con amigas.

Laura: O hermanastras. -Sonrió.

Rubi: O hermanastras. -Afirmó mientras sonreía también. Puede que finalmente le apetezca comprar un vestido.

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Nos separamos porque necesitábamos aire y nos miramos a los ojos. Estábamos tan cerca que podía verme en los suyos. Me vino a la mente un fragmento de una canción de La Oreja de Van Gogh:


Y es que si me miras a los ojos

Ves lo más bonito que hay en mí:
Un reflejo de tí.


Y por fin lo entendí.

Liam: ¿Me tomo eso como un 'tú también me gustas'?

Asentí mientras me mordía el labio, tímida. Sentí mis mejillas enrojecer. Agh, nunca supe como hacer estas cosas.

El sonrió y me dio un corto beso en los labios.

Y la pregunta es: ¿Y ahora qué? Él me gusta, yo le gusto ¿Cuál es el siguiente paso? Espero que le dé él porque yo no sé manejar esto.

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Hoooooolaaaaa. Perdón por esta mierda de cap corto pero esque no queria dejaros todas las navidades sin capitulo asique es uno pequeñito. Poooooorcieeeerto ya subí capitulo en Beautiful Mistake. Si quereis podeis leerlo, solo teneis que subir arriba del todo y dar a la pestañita que pone Beautiful Mistake. Simple, but effective.

Y creeo que eso es todo. DISFRUTAD DE LAS NAVIDADES QUE POCO A POCO SE ACABAAN

PREGUNTA: ¿A dónde os gustaría ir de vacaciones navideñas con cualquiera de los chicos y qué haríais?

Y RECORDAD QUE OS LOVEO CON LOCUUUUUUUURA <3<3 MUUUCHOS BESOS :3

jueves, 19 de diciembre de 2013

Capítulo 25. Chocolate.

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CAPÍTULO 25. 'CHOCOLATE'



Cogió las llaves del coche, miró a un lado y a otro para asegurarse de que nadie podía verle y abrió la puerta. Se montó en el coche y puso rumbo a la cafetería que había estado frecuentando mucho últimamente. Una vez allí, abrió la puerta haciendo que unas campanillas sonaran como cada vez que alguien entraba o salía.

Allí estaba ella, tan guapa e inocente como siempre. Solo la podía ver la espalda ya que estaba preparando unos cafés. Él se sentó en la barra, esperando a que le atendieran. La camarera se dio la vuelta, encontrándose con esos ojos azules, que la habían encantado desde el primer momento en que los vio. Sintió que todo temblaba al verlo.

Niall: ¡Hola! -Dijo con una sonrisa. Alguien diría que es torcida e imperfecta, pero a ella la enamora.

Albira: Ho, hola -Respondió como pudo. No entendía por qué se ponía tan nerviosa. Era él. Seguro que era él. Respiró profundamente y se prometió a sí misma tranquilizarse.- ¿Qué quieres tomar?

Niall: Un sorbete de limón por favor. Bueno, espera, que sean dos. -Niall esperó a que la camarera se diera la vuelta a prepararlo para acercarse a una mesa pegada a la ventana, donde él habituaba sentarse.

Albira se sintió un ooco rara. ¿Para quién era el segundo sorbete? Seguro que ahora vendrá su novia. Aunque en el fondo ya se lo esperaba, ese chico tan guapo y tierno ¿Con ella? Vamos, ni en sus mejores sueños. Cogió el pedido y se acercó a su mesa. Para sorpresa de ella, estaba solo.

Albira: Aquí tienes. Que aproveche. -Estaba dispuesta a irse cuando él la cogió del brazo.

Niall: ¡Mira que soy tonto! He pedido un sorbete de más. -Albira sonrió ante su jugada.- ¿Quieres tomártelo tú?

Ella miró alrededor y, al ver que no había nadie más en la cafetería, asintió.

Albira: Claro. -Se sentó en frente de Niall, mientras ambos sonreían.

Niall: Así que Albira ¿Eh?

Albira: ¿Cómo lo sabes?

Niall: Tu chapa. -Señaló el pecho de la chica, haciendo que ella se sonrojara un poco.- No... No estaba mirando ahí.

Albira: No, tranquilo, te creo. -Agregó un poco cortada.- A veces me olvido de que llevo mi nombre en el uniforme. Mi tía me obliga.

Niall: ¿Tu tía?

Albira: Sí. Es la dueña, sino no estaría aquí, tenlo por seguro. Dice que con el nombre se estrecha la relación entre el cliente y el camarero. -Niall asintió entendiendo lo que decía.- Y ¿Qué hay de tí? ¿Cuál es tu nombre?

Niall: Niall, Niall Horan. -Albira pensó un segundo. ¿De qué le suena Niall Horan? NH... NH... ¡Sí! La nota que dejó en la servilleta. La saca de su bolsillo trasero, sí, sigue ahí y la pone encima de la mesa.

Albira: ¿Fuiste tú? -Preguntó emocionada.

Niall: Sí -Él sonrió tímidamente hacia la mesa y asintió, sintiendo sus mejillas enrojecer. Albira comprendió que era hora de cambiar de tema.

Albira: Tu acento no me suena, no eres de aquí ¿Verdad?

Niall: No, nací en Mullingar, un pueblo de Irlanda.

Albira: Mhh... Irlanda, me encantaría ir algún día.

Niall: Es muy bonito. Tu acento tampoco me suena. Déjame adivinar... ¿Sudamérica?

Albira: Casi... España.

Niall: ¿En serio? Tengo una amiga que es también de España.

Albira: ¿Sí?

Niall: Bueno, en realidad es mi vecina.

Albira: ¿Por dónde vives?

Niall: Bastante lejos, a un cuarto de hora en coche. ¿Tú?

Albira: Ahora mismo vivo con mi tía, en el piso que hay justo encima de esta cafetería.

Niall: ¿No vives con tus padres? -Ella tragó saliva mientras pensaba en si decírselo o no.

Albira: No. Están... Están de viaje. -La campanita de la puerta sonó, haciendo que Niall se diera la vuelta a mirar quien entraba. Dos ancianos se acercaron a la barra esperando a que los atendieran.- ¿Me disculpas?

Niall: Claro, ve. -Respondió sonriendo. Ella se levantó y tomó nota del pedido de aquella pareja. Se dio la vuelta a prepararlo y, cuando lo tuvo listo, se dirigió a la mesa que estos ocupaban, con la sorpresa de que Niall ya no estaba. En su lugar había una servilleta con algo escrito.

Lo siento, me tuve que ir. Volveré cuando pueda, me ha encantado hablar contigo. -NH  

Ella sonrió y lo guardó en el bolsillo trasero de su pantalón, junto con el otro. Podría adivinar en quien iba a estar pensando todo el día.

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Tu: También hay fresas.

Liam: Mmh.. Fresas con chocolate. ¿Sabes qué podemos hacer?

Tu: ¿Qué?

Liam: Un mini picnic.

Tu: ¿En el jardín? -Él asintió.

Liam: Pero no en un jardín cualquiera. En nuestro jardín.

Tu: Me encantaría. -Sonreí, a lo que él me imitó. Cogimos todo lo necesario, la llave también, y fuimos a la parte trasera de mi jardín. Abrimos la puerta y entramos a nuestro jardín secreto. Escogimos un lugar donde la hierba era más mullida y pusimos el mantel, encima la comida y nos sentamos.

Liam: ¿Qué hay de menú señorita? -Dijo aportando un toque fino a las palabras.

Tu: Hoy podremos degustar unas frutas variadas con chocolate fundido, pizza recién encargada a los cuatro quesos y nuestra especialidad: sandwich de jamón y queso. -Respondí imitándolo. Él soltó una carcajada a mis palabras. Se tumbó de lado, apoyándose en su hombro y dio un mordisco a su sándwich. Yo lo imité pero con,la pizza.

Liam: Mis felicitaciones al chef, ha hecho un gran trabajo.

Tu: Se lo comunicaré. -Dije intentando no reír, pero no pude.

Poco a poco fuimos llegando al postre. Era una especie de foundí de chocolate con varias frutas alrededor. Se la regalaron a mi padre hace años pero no la hemos estrenado hasta ahora.

Me vino a la mente una parte del libro de Canciones Para Paula . En la que Paula mancha a Ángel toda la cara con chocolate y pensé: ¿Por qué no?
Por cierto, es un libro precioso, si alguien no lo ha leído os lo recomiendo.

Tu: Espera, espera, espera. -Dije evitando que introdujera una fresa bañada en chocolate en su boca.

Liam: ¿Qué pasa?

Tu: Vamos a jugar a un juego ¿Vale? -Cogí dos servilletas.- Tú te pones una y yo me pongo otra. Cada uno tiene que dar de comer al otro, y el que menos le manche gana.

Liam: Suena divertido. -Cogió la servilleta que le ofrecí.

Tu: Es divertido. ¿Empiezo yo? -Cogí una fresa y la unté en chocolate.

Liam: Vale -Ambos nos pusimos nuestras servilletas tapándonos los ojos.

Tu: ¿Preparado?

Liam: Sí.

Yo me destapé los ojos, vi a Liam e intenté no reírme. Me tapé la boca incluso. Esto de destaparme los ojos era lo que hacía divertido el juego, sinceramente.

Acerqué la fresa a su cara, manchando un poco su mejilla.

Tu: ¿Voy bien? -Pregunté evitando las carcajadas que llegaban a mi boca.

Liam: No. -Dijo, él sí que reía.- No se te da muy bien esto ¿Verdad?

Tu: Chss -lo callé- déjame trabajar.

Arrastré la fresa por todo lo largo de su barbilla, llegando hasta la otra mejilla.

Liam: Más arriba. -Le hice caso y subí la fresa hasta su nariz, manchando la punta.- No tan arriba.

Ya no aguanté más y dejé escapar una carcajada.

Liam: ¡Me estás llenando entero de chocolate! -Se quitó la servilleta de los ojos y me vio, con la mirada destapada y una fresa en mi mano. Juntó todas las piezas y reaccionó.- ¡Me la has jugado! No vale. -Yo ya no podía más, me dolía la barriga de tanto reírme. Él empezó a reír también. Cogió otra fresa y la bañó en chocolate. Se la iba a meter en la boca pero se abalanzó sobre mí. Yo no me lo esperaba en absoluto así que no pude hacer nada. Me tenía inmovilizada bajo su cuerpo, aunque estaba tan bien equilibrado que ni notaba el peso.

Liam: Ahora me toca a mí.

Me acercó la fresa y la deslizó sobre mis labios, dejando un rastro de chocolate sobre ellos. Miré sus ojos. No era la mirada que conocía en Liam, era ligeramente más oscura. Pasé mi lengua sobre mis labios para borrar el chocolate que los recorría.

Él volvió a poner chocolate sobre mis labios. Iba a quitarlo con mi lengua pero él me lo impidió, dándome un beso en los labios y llevándose en su boca todo el chocolate.

Alcanzó otra fresa y, tras mojarla de nuevo en chocolate la acercó a mi boca. La abrí para darle un mordisco pero justo cuando iba a morder un trozo, la apartó, haciendo que mordiera la nada y él sonriera.


Se la acercó a la boca y la sostuvo entre sus dientes, para acercarse a mí y que le diera un mordisco, lo que acabó en un beso. Uno de los besos más dulces y chocolateados del mundo. Se separó de mí y me miró a los ojos.

Liam: Me gustaría decirte algo.

Tu: Dímelo. -Se quedó callado, como debatiendo contra sí mismo si decírmelo o no.

Liam: Em... Creo... Creo que me gustas.

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Chan chan chaaaaan. Sii lo siento por dejaros con la intriga pero es mi deber. Espero que algún día podáis perdonarme. Siento haber tardado tanto en subir, pero es que estaba de los exámenes hasta el culo y buuuf...

Bueno, lo de siempre, comentad lo que os parece y gracias por leer, sois las mejores. Espero que lo sepáis.

Pooooor cierto. SALGO EN UNA NOVELAAAAA!! SI! Y para agradecérselo a la escritora, la voy a hacer un poco de publi jajaja. Nada, el blog es http://novelasde1dytudesdeunprincipio.blogspot.com.ar/ y a mí de momento me está encantando. De nuevo gracias.

PREGUNTA: ¿PARTE FAV DE LA NOVE HASTA AHORA?


GRACIAS POR LEER Y POR ESTAR AHÍ, OS LOVEO CON LOCURAAAA UN BESAZO

Capítulo 24. Crazy for you.

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CAPÍTULO 24: 'CRAZY FOR YOU'



La morena alcanzó la puerta de la pista junto a Zayn, quien prometió acompañarla hasta el restaurante donde iban a cenar ella, su madre y su padrastro. 

 Rubi: Al final no lo he hecho tan mal ¿Eh? -Dijo sonriendo. Sabía perfectamente la respuesta. Había pasado más tiempo en los brazos de Zayn que de pie. 

Zayn: No, lo has hecho genial, solo te falta un poco de práctica. 

Rubi: Sí, y un par de pies nuevos. -Ambos rieron sonoramente.

Zayn: Yo empecé peor. No tuve nadie quien me sujetara. Y mira quién te está enseñando ahora. Eso se consigue practicando. -Esquivó una farola para poder seguir su camino. El restaurante no quedaba muy lejos de allí, pero, al estar tan cansados parecía más distancia.

Rubi: Ya bueno... Pero a tí se te da bien.

Zayn: ¿Y a tí no?

Rubi: Como has podido comprobar esta tarde, no.

Zayn: Tonterías... -Siguieron hablando hasta llegar a la puerta del restaurante, justo a tiempo. Se podía ver desde fuera a la madre de Rubi y su hermana sentadas junto a un hombre. Pero la mesa tenía seis platos, ¿Quién les acompañaría?

Zayn: ¿No erais cuatro?

Rubi: Sí, eso pensaba yo. Bueno, debería ir entrando. -Él asintió y ella se acercó para darle dos besos, pero, en un acto reflejo, Zayn se lo dio en los labios.

Zayn: Eh... Per... Perdona. No debería haberlo hecho. -Rubi sintió sus mejillas enrojecer. Era una sensación muy extraña porque esto lo había soñado ya un par de veces. Aunque no en este lugar. Y que esta vez fuera de verdad le causaba mucha felicidad. 

Rubi: No, tranquilo, no pasa nada. -¡Claro que pasa idiota, ahora no voy a poder dejar de pensar en tí y tengo una cena! Era lo único que Rubi daba a pensar.

Rubi: Hasta mañana. -Dijo con una sonrisa tímida y casi sin mirarle a los ojos, la vergüenza la podía.

Zayn: Adiós. -Él se encontraba en la misma situación, se rascaba el cuello, nervioso. Rubi entró en el restaurante y se acercó a la mesa en la que antes había visto a su madre con su hermana y su supuesto padrastro.

Anna: Hola, cielo ¿Qué tal el patinaje?

Rubi: Muy bien, he aprendido bastante. -Dirigió su mirada hacia el hombre que ocupaba la mesa junto a su madre.

Anna: Rubi, este es Allen. Allen, Rubi. -Se dieron dos besos un poco secos, pero bueno. 

Rubi: ¿Por qué hay tantos platos? -La pregunta se respondió sola al ver a una chica, más o menos de la misma edad que Rubi sentarse a su lado. Tenía el pelo rizado y rubio oscuro. Los ojos marrones y era bastante morena, por lo que Rubi pensó que  no era de Londres. Lo que llamaba un poco la atención era su estatura. Era bastante baja, aunque se disimulaba un poco por los tacones.

*****: Hola, soy Laura, encantada. -Se dieron dos besos.

Rubi: Yo soy Rubi, igualmente. ¿Quién falta?

Laura: Ah, es mi hermano. Es idiota, solo te digo eso. -Soltamos una carcajada.- Ah, mírale, por ahí viene. -Rubi dirigió su mirada hacia donde Laura estaba mirando y abrió los ojos como platos. Un chico un poco mayor que ellas se acercaba a la mesa. Al contrario de su hermana, era alto y esbelto, aunque ambos tenían el mismo color de pelo y el mismo bronceado. Rubi se quedó prácticamente embobada al mirarlo. Era realmente guapo.

*****: Perdón por el retraso, me quedé sin gasolina. -Dijo aquel chico, con una voz dulce y embelesadora

Allen: No pasa nada, siéntate. -Echó un vistazo a la mesa y se sentó al lado de Anna, en frente de Rubi, el único sitio que quedaba.

*****: Hola, debes de ser Rubi. Me llamo Austin. -Estrecharon sus manos.

Rubi: Sí, soy Rubi, encantada. -Contestó sonriendo.

Austin: Y tú eres Amy ¿Verdad? -Preguntó a la hermana de Rubi.

Ami: Sí soy Amy y tengo seis años. Ella es mi hermana Rubi. Es muy guapa ¿A que sí? De mayor me gustaría ser como ella. -Austin asintió, consiguiendo que las mejillas de la aludida tomaran un color carmesí.

Había pasado media hora más o menos, cuando Allen echó una rápida mirada a Anna, que asintió.

Allen: Em.. Chicos, si os hemos traído aquí, es porque nos gustaría deciros algo. -Una sonrisa se formó en el rostro de ambos.

Anna: Sí.

Rubi: ¿Qué es? -Todos los miraban esperando una respuesta. Aunque todos menos la pequeña, muy en el fondo, se lo esperaban.

Anna: ¿A la de tres?

Allen: A la de tres. -Asintieron tres veces con la cabeza y dijeron a la vez:

-¡Nos vamos a casar!

~~~~~

 Me desperté por culpa de la alarma del móvil. No tenía absolutamente ninguna gana de correr, así que la apagué. Como todavía estaba oscuro la luz me molestaba en los ojos, pero es lo que hay. Estuve mirando whatsapps. Desde que me vine a Londres y conocí a los chicos la gente se quiere acercar mucho más a mí. Qué asco dan. Solo contesté a las personas que me querían antes de marcharme. Solo a los verdaderos amigos.

 Abrí la conversación con Liam. No sé cómo debo actuar en este momento. ¿Somos amigos? ¿Somos algo más? Qué tonterías digo... Si ni me gusta ni nada... ¿No? ¿Debo hablarle yo primero? ¿O esperar a que me hable él? Qué más da, si no me gusta... Creo.

El teléfono vibró bajo mis manos. Y sí, era él. 'Buenos días enana ¿Qué tal has dormido?' Sonreí como una tonta a la pantalla. ¿Por qué sentía estos cosquilleos en el estómago? Me hicieron revolverme entre las sábanas, quedando totalmente cubierta por ellas.

Dudé en si responderle inmediatamente o esperar un rato, para que no parezca que estoy con el móvil de la mano y llorando y sufriendo porque no me habla. Vosotras chicas me entendéis ¿Verdad?
Esperé un minuto o así y respondí.

Tu: Buenos días tonto. Bien ¿Y tú?- No tardó ni medio minuto en responder:

Liam: Muy bieeeen- Volví a sonreír. ¿Qué me pasa? Agh. -¿Qué haces?

Tu: Pueees... Ahora mismo... En la cama

Liam: ¡Yo también!

Tu: Vago...

Liam: Oh, perdona señorita activa

Tu: Tranquilo vago, te perdono.

Liam: Uf, menos mal, qué susto.

Tu: Igual hago un pedazo de esfuerzo y me levanto.

Liam: Ni se te ocurra

Tu: ¿Por?

Liam: Ahora que estoy consiguiendo alcanzar tu ventana no te muevas de ahí.

 Abrí los ojos como platos. ¿Iba a venir? Estoy en pijama... Y no es muy inocente que digamos... Bueno, eso es lo de menos, mi padre está en casa. Oí unos golpes en la ventana. Liam estaba en mi balcón. Salí rápidamente de la cama y me acerqué a abrirle.

Tu: ¿Pero tú estás loco? -Susurré para que mi padre no nos oyera. 

Liam: Sí, por tí. -Dijo con una sonrisa.

 Tu: Mi padre está en casa.

 Liam: ¿Ups? -Oí la puerta de la habitación de mi padre abrirse.

Tu: Te voy a matar. -Susurré.- Debajo de la cama.

Liam: ¿Qué?

Tu: Que te metas debajo de la cama. -No hizo intención de moverse, así que le tiré del brazo.- ¡Corre! -Se tumbó y se metió debajo de la cama mientras yo me apresuraba a meterme dentro y los pasos de mi padre se acercaban. Llamó a la puerta y como no respondí abrió.

David: ¿Con quién hablas?

Tu: Eh... Pues... Con Lidia, hablaba con Lidia. Por el móvil, ya sabes. -Contesté rápidamente.

David: ¿Qué te ha dicho?

Tu: Pues... que me echa de menos y eso. -Él asintió en respuesta.- Em... Me gustaría volver a dormir. -Dije inocentemente

David: Ah sí, perdona, ya me voy. -Cerró la puerta tras su paso, a la vez que yo soltaba un suspiro que se cortó porque volvió a entrar.- Por cierto, me voy a ir ya a trabajar, tenemos reunión, y no pasaré a comer.

Tu: ¿Otra vez? -Suspiré triste.

David: Sí. Lo siento, te prometo que en cuanto tenga un hueco libre em... ¿Vamos a cenar?

Tu: ¡Vale!

David: ¿Prometido?

Tu: Prometido. -Hicimos nuestro choque especial de promesas, que no voy a decir porque es secreto (MUAHAHA) y nos dimos un abrazo. Se fue y cerró la puerta.

 Tu: Ya se ha ido. -Dije asomándome debajo de la cama, encontrando a Liam con una sonrisa triste.

 Liam: Bien, me estaba llenando de polvo y pelusas. -Salió de debajo de la cama pero siguió tumbado. Como yo seguía boca abajo colgando de la cama, quedamos enfrentados.

Tu: ¿Cómo se te pasa por la cabeza entrar por mi ventana?

Liam: Me apetecía verte. -Contestó con una sonrisa, la cual me contagió. 

Tu: Y... ¿Cómo has subido?

Liam: Por los canalones.

Tu: Cualquier día te matarás. -Dije riendo.

Liam: Ya, pero hoy no es ese día.

Tu: Te diría que si quieres desayunar algo, pero se está tan bien en la cama... -Me acomodé bien dentro de las sábanas y me metí debajo de ellas completamente. Como no respondía saqué solo la cabeza, encontrándome a Liam con el móvil de la mano haciéndome una foto. En ese momento no sé qué parecía, un burrito o un gusano, pero sinceramente me daba igual.

Tu: Si no la subes a Twitter, me da igual que hagas fotos.

Liam: Me parece bien. -Dijo mientras toqueteaba su teléfono.

Tu: ¿Qué haces? -Me enseñó la pantalla, había puesto esa foto como fondo, lo que me hizo soltar una carcajada.- Ahora me debes tú una.

Liam: ¿Nos hacemos una juntos? -Asentí. Él se levantó del suelo y se puso a mi lado. Preparó la cámara del móvil. Yo ya estaba preparada, había puesto los ojos bizcos, la primera cara que se me ocurrió, cuando tomó mi mentón con sus manos y me besó, a la vez que oía el ruido del móvil capturando la imagen.


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Hoooooola chicaas.
¿Que os parece? Comentaaad y dad +1 porfa, significa mucho para mí, de verdad.

Me he enamorado un poco más de Liam al imaginarlo entrar por mi ventana. Aaaaay, bueno, vuelvo a la realidad.

Espero que este cap os saque una sonrisa, que os lo merecéis porque sois las mejores, espero que lo sepáis.

Ya subí nuevo cap a Beautiful Mistake, os invito a leerlo(:

Pregunta: ¿QUÉ ES LO QUE MÁS OS GUSTA DE LA NOVELA? ¿LO QUE MENOS?

PD: Lauraaaaa te elegí, finalmente. Espero que esto te anime y que estés super felissss.

OS LOVEO CON LOCURA Y GRACIAS POR LEER.