Capítulo 11. Our little secret.

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CAPÍTULO 11: 'OUR LITTLE SECRET'

Abrí los ojos y estaba sola en el sofa. Me levanté. Gracias a Dios ya no me dolía la cabeza. Me dirigí hacia la cocina donde estaban Niall y Louis.


Louis: Buenos días dormilona. -Dijo con una sonrisa.


Tu: Buenos días. -Me acordé de que tenía todavía la trenza puesta de anoche, así que me la deshice y me ahuequé un poco el pelo, dejándolo ondulado gracias a la trenza.


Niall: ¿Qué quieres desayunar?


Tu: Solo un Cola-Cao, me lo beberé rápido para irme a casa, mi padre no sabe nada de mí.


Niall: Como quieras. -Me preparó mi Cola-Cao y me lo bebí de un trago, formando unos pequeños bigotes chocolateados encima de mi labio. Lo que provocó la risa de los dos chicos.


Louis: Toma anda. -Dijo entre risas tendiéndome una servilleta. La tomé sonriendo y me limpié. 
Acto seguido me levanté y subí a por mi ropa al cuarto de Harry. Abrí la puerta lentamente en silencio para no despertarle. Unos pequeños rayos de Sol entraban por las rendijas de la persiana e iluminaban su cara, dormida e inocente. Verle así me enterneció. Me agaché a por mi ropa y, aprovechando que estaba dormido me quité la camiseta y me puse el vestido. Por suerte el poco maquillaje que me puse la noche anterior seguía intacto pero mi pelo estaba un poco alborotado, por lo que decidí coger una goma de mi muñeca y hacerme una coleta. Me fijé en el despertador,eran las 12:15 de la mañana. Bajé las escaleras.
Tu: Me voy, mi padre se estará preocupando.

Niall: Vale, ya hablaremos. -Me dio un beso en la mejilla mientras me abría la puerta. Salí por ella y me encaminé a mi casa, lo que me llevó unos diez segundos. Menuda bronca me iba a caer. Encima de irme avisando simplemente con una nota, no duermo en casa y mi móvil sin batería. Genial... Me acerqué a mi puerta y, con miedo, llamé. Oí unos pasos bajar por las escaleras. Mi padre abrió con cara de pocos amigos.

TP: ¿Dónde estabas?

Tu: Tranquilo papá te lo puedo explicar.

TP: Eso espero, pasa. -Entramos al salón y me quité los benditos tacones que me hacían un daño tremendo.

Tu: A ver, ayer salí con los vecinos y con una amiga que conocí en el centro comercial. Cuando llegué a casa no tenía llaves y tú no estabas, así que me quedé a dormir con ellos. ¿Dónde estuviste?

TP: Es que los de la empresa me invitaron a unas copas y estuvimos igual demasiado tiempo. Bueno, lo importante es que no te ha pasado nada ¿No?

Tu: No, tranquilo. -Mentí, por supuesto que no había olvidado al imbécil de Oliver. No se lo conté porque sería capaz de tenerme retenida en casa hasta los 30.

TP: Y la próxima vez que salgas, llámame, llévate llaves y carga el móvil ¿Vale?

Tu: Sí papá, lo siento.

TP: No pasa nada, pero que no vuelva a ocurrir.

Tu: Claro. -Le di un beso y subí a mi habitación. Cerré la puerta y me quité la ropa. Me puse algo más cómodo y las zapatillas de andar por casa.

Puse a cargar el móvil para ver si revivía. 38 llamadas perdidas. Guau. Tenía treinta y seis de mi padre y dos de Rubi. Buf... Me fui sin despedirme y sin decir nada a Rubi, pobre. Voy a llamarla. 

Inicio vía telefónica.

Rubi: Hombre, pero si estás viva. 

Tu: Si... 

Rubi: ¿Estás bien? ¿Que te pasó anoche? 

Tu: Bueno... ¿Vienes a la piscina y te cuento? 

Rubi: Claro, en media hora estoy allí. 

Tu: Vale, hasta ahora. 

Rubi: Chao. 

FIN VÍA TELEFÓNICA

Como Rubi iba a tardar en venir, encendí el ordenador. Me quedé flipando cuando vi que el número de mis seguidores de Twitter aumentó tanto. Inicié sesión en Skype para ver si Lidia estaba conectada, hacía bastante que no hablaba con ella. Estaba desconectada. Ya había pasado bastante tiempo así que me puse el bikini:

Me solté el pelo y esperé a Rubi mientras contestaba WhatsApps. Al fin el timbre de la puerta sonó. Abrí la puerta.

Rubi: Hooola -Nos abrazamos.

Tu: Qué contenta estás ¿No? -Dije riendo.

Rubi: ¿Yo? Que va... -Intentó ponerse seria pero se le escapó una sonrisa.

Tu: Bueno vamos a la piscina y me cuentas. 

Rubi: Vale vale valeee.

Salimos al jardín y nos dirigimos a la piscina. Nos quedamos en bikini y nos tumbamos en las tumbonas. 

Rubi: ¿Me vas a contar de una vez que te pasó anoche? 

Tu: A ver, viste que Harry tuvo una pelea ¿Verdad? 

Rubi: Si. 

Tu: Pues fue porque un tío se estaba aprovechando de mí. -Ella abrió los ojos como platos. 
Rubi: ¿Me lo estás diciendo en serio? -Asentí con la cabeza.- Joder _____ no lo sabía. Porque no estaba yo, que si no ese imbécil no podría volver a tener hijos. -Eso me hizo reír- Pensé que te habías ido con Harry... Se os veía tan unidos. -Subió y bajó las cejas, ganándose un pequeño golpe en el hombro. 

Tu: Tu turno. ¿Por qué estás tan contenta? 

Rubi: Que ya te he dicho que estoy normal. 

Tu: No te lo crees ni tú. -Me sacó la lengua.- Bueno, si no me lo cuentas lo descubriré yo. Por cierto, ¿Traigo algo de beber? 

Rubi: Como quieras, una fanta de naranja está bien. 

Tu: Ahora vuelvo. -Fui a la cocina a por dos refrescos y una bolsa de patatas. Cuando volví Rubi estaba hablando por teléfono, sonriendo. 

Rubi: ¿Ahora? En la piscina ... ¿Vienes? ... Genial ... Hasta ahora. -Colgó. 

Tu: ¿Quién era? 

Rubi: Ahora verás. -Nos recostamos de nuevo en la tumbona. Abrimos los refrescos, brindamos y abrimos las bolsa de patatas. El Sol molestaba tanto en los ojos que los tuvimos que cerrar. No dejo de pensar en ese tal Oliver. ¿Y si me lo encuentro de nuevo, pero esa vez no tengo a nadie que me ayude? Solo de pensarlo un escalofrío recorre mi espalda de arriba a abajo. Simplemente con recordarlo, con el pelo revuelto, sus manos sudorosas, esos ojos grises, cansados. Clavados en mí. La imagen de esos preciosos y a la vez escalofriantes ojos mirándome me hizo incorporarme de golpe. Es como si acabara de tener una pesadilla. Me sentí asustada y vulnerable. Mi respiración estaba agitada. Intenté calmarme. Respiré hondo, cerré los ojos y me tumbé de nuevo. Pasaron unos minutos cuando de repente sentí agua chocarse contra mí. Abrí los ojos y vi a Zayn en la piscina, mirando a Rubi y a mí, aunque luego posó su mirada en Rubi. Ella lo miraba y sonreía. Ya pillo lo que pasa. ¿Se pensaba que no me iba a dar cuenta? Yo para esto tengo como una especie de radar, más fuerte y eficiente incluso que la intuición femenina.

Rubi: -Se levantó dirigiendose a la piscina- ¿Te vienes? -¿Y estropear su bañito amoroso? Pensé.

Tu: No tranquila, en un rato si eso.

Ella me lanzó una sonrisa cómplice. Se tiró de cabeza a la piscina y empezó a jugar con Zayn. Yo cogí mi móvil y vi que mis seguidores habían aumentado todavía mas. Me aburría mucho y me daban mucha envidia, así que fui a casa de los chicos. Llamé a la puerta del jardín con los nudillos -no había timbre- y al rato abrió Louis.

Tu: Hooola.

Louis: ¡Hola! ¿Te cayó bronca?

Tu: Sí, pero podría haber sido peor. -Entramos hasta el salón.

Louis: Así que estabas en la piscina. -Me señaló el bikini con la cabeza.

Tu: No, yo estaba en una boda. -Exageré el sarcasmo.

Louis: Ah, pues yo también quiero ir a esa boda.

Tu: Pues vamos, ponte el bañador. -Así me hacía compañía en la piscina

Louis: Ahora bajo. -Subió por las escaleras. Justo después oí una puerta cerrarse y unos pasos ir hacia las escaleras y bajar. Vi a Liam despeinado y adormilado bajar las escaleras. Creo que se acaba de levantar.

Liam: Buenos días -dijo cansado.

Tu: Ya era hora. -Bromeé.- Si no estuvieras hablando por la noche no estarías tan cansado.

Liam: No estoy cansado. -Dijo con voz dormida.

Tu: Ah, entonces ¿Te vienes a la piscina?

Liam: Claro -Intentó sonar animado pero no lo consiguió. Bostezó.

Tu: No mientas, estás reventado.

Liam: ¿Yo? Que va.

Tu: Ya y yo soy Batman.

Liam: Eso es mentira, Batman soy yo.

Tu: Yo soy batwoman.

Liam: No existe batwoman. -Puso tono de obviedad.

Tu: ¿Y batman sí que existe o qué?

Liam: Pues claro, ¿No ves que soy yo?

Tu: Bueno batman ¿Te vienes a la piscina?

Liam: Es que... Quiero dormir.

Tu: ¿Ves? Estás reventado.

Liam: ¿Que estoy reventado? Ya verás, ve cogiendo aire que no te va a llegar suficiente para todas las aguadillas que te voy a hacer.

Tu: Entonces vienes ¿No?

Liam: Sí. Me cambio, desayuno y voy. -Subió las escaleras y se cruzó con Louis que bajaba. Se dijeron algo el uno al otro y soltaron los dos una carcajada. Louis llevaba el bañador y una camiseta.

Tu: ¿Ya?

Louis: Sí, es que cuesta elegir bañador. -Salimos y nos dirigimos a la piscina.

Tu: Pues a mí no.

Louis: Pero tu eres una chica.

Tu: Ya, y tu eres un chico, ¿Y?

Louis: Que es diferente.

Tu: Ahh...

Louis: Así que Harry ¿Eh? -Puse cara de no entender nada. ¿Ahora todo el mundo se piensa que estoy con Harry? Vale que está buenísimo, pero casi no nos conocemos ni nada. Además solo dormí con el porque las circunstancias lo precisaban. Nada más. No sé a quién estoy dando explicaciones, no debería darselas a nadie. ¿Me las estoy dando a mí misma? ¿Estoy intentando convencerme a mí misma que no quería dormir con él?- No sé, por lo que me dijo él habéis dormido juntos ¿No? -Volvió a hablar Louis. Yo asentí con la cabeza.

Tu: No pasó nada, simplemente dormimos. -Asintió con la cabeza. Con este mini interrogatorio llegamos a la piscina. Zayn me había quitado el sitio en la tumbona al lado de Rubi, pero no me importa mucho. Veo a Rubi tan animada y feliz que me da igual. Ella nos saludó con la mano al ver que llegamos. Yo la susurré un 'tenemos que hablar' de estos que sólo nosotras, las chicas, entendemos. Ella asintió. Y a todo esto los dos chicos no se habían enterado de nada, Zayn estaba mirando a las musarañas y Louis quitándose la camiseta. Nos metimos los cuatro en la piscina y estuvimos jugando dentro. Hasta que vi llegar a Liam y, llamadme gallina, me salí de la piscina.

Liam: ¿Dónde vas? -Preguntó divertido siguiéndome lentamente.

Tu: ¿Yo? A ningún lado. -Empecé a correr, él, al verme, me persiguió corriendo también. Salí del recinto de la piscina y entré en mi jardín. Me refugié detrás de un árbol, pero me vio, y se acercó. Él estaba en un lado del árbol y yo en el otro. Cada vez que yo me movía hacia un lado, él también, por lo que estuvimos un rato haciendo el tonto alrededor del árbol como niños pequeños, sin parar de reír.

Liam: ¿No te vas a cansar?

Tu: Nunca.

Liam: Algún día te atraparé.

Tu: Sigue soñando batman.

Dicho esto empecé a correr hasta el final del jardín -Sitio donde nunca había estado- y distinguí una puerta escondida entre hiedras. Ahora tengo dos opciones: Paro para enseñar a Liam la puerta con el riesgo de que me pille y me ahogue entre terribles sufrimientos; o no paro, por lo tanto no se la enseño y sigo corriendo hasta que me quede sin aire y pare, y Liam me atrape y me ahogue entre terribles sufrimientos. Creo que me arriesgaré con la primera.

Tu: ¡Liam! -Grité dándome la vuelta para poder hablar mejor.- ¡Para, un momento de tregua!

Liam: ¿Qué pasa? ¿Ya te has cansado?

Tu: No, pero te tengo que enseñar algo.

Liam: Vale, pero para tú también. -Dejé de correr y me acerqué a él.

Tu: Ven, corre. -Dije insistente cogiéndolo del brazo . Bueno, más bien arrastrándolo, estaba muy emocionada. Esto me hacía recordar tanto a 'The Secret Garden'. Lo leímos en inglés en el instituto, bueno, la verdad es que yo no prestaba mucha atención, no me interesaba mucho, pero me enteré más o menos de qué iba. Por lo menos recordaba lo de la puertecita escondida. Con eso vale ¿No?

Liam: ¿Dónde vamos? -No respondí, simplemente incrementé la velocidad. Nos acercamos a la pared cubierta con hiedra y yo solté su brazo para acercarme más y tocar la pared. Aparté las hiedras delicadamente para asegurarme de que era una puerta. Estaba en lo cierto, una puerta vieja y gruesa, de madera y cuyas visagras estaban ya oxidadas se escondía detrás de esas plantas trepadoras. Miré a Liam quien miraba la puerta con la misma cara de asombro que yo. Intenté abrir la puerta pero no podía.

Tu: ¿Me echas una mano?

Liam: Claro. -Probamos entre los dos un par de minutos pero la puerta no se movía.

Liam: ¿No te dieron con la casa ninguna llave vieja? Que encaje con esta puerta digo.

Tu: No lo sé, preguntaré a mi padre. Se estarán preguntando dónde estamos.

Liam: Habrán pensado mal. -Dijo riendo.

Tu: Lo más seguro. -Respondí.- Lo de la puerta... No se lo decimos a nadie ¿No?

Liam: Mejor, nuestro pequeño secreto. -Dijo sonriendo. Yo le sonreí de vuelta.