Capítulo 3. Vámonos de siesta.

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CAPÍTULO 3. 'VÁMONOS DE SIESTA'

                                                

Niall: Entonces ¿Ya te han olvidado? -Dijo bromeando.

Tu: ¿Quieres que me olviden? -Dije entre risas revolviendole el pelo.

Niall: Sí, así serías nuestra. -Puso una cara de picardía.

Tu: Si  seguramente... Pues no lo sé, mi móvil todavía no responde. -Él empezó a jugar con mi pelo. Estuvimos así por un tiempo, mi móvil tenía tan poca batería que no respondía.- Si sigues así me voy a quedar dormida.

Niall: ¿Sí? Bueno saberlo... -Y eso fue lo último que oí porque, efectivamente, me quedé dormida.

Estoy en la playa. La arena cosquillea mis pies fuera de la toalla. ¿Cómo he llegado hasta aquí? Me levanto. Yo no controlo mis movimientos, pero no pienso en ello, solo camino hacia la orilla. Llego hasta la orilla y miro para abajo; llevo puesto una camiseta y unos shorts. Al parecer me importa  poco porque empiezo a correr hacia el agua, pero por más que corro no avanzo. El agua sigue a la altura de mis tobillos. Sigo corriendo, mas no avanzo. Miro hacia atrás, una brecha se abre en el suelo, cada vez más grande, estoy a punto de caerme, por más que corro, el abismo se va acercando. La angustia y el miedo se apoderan de mí. Una puerta aparece delante de mí. La intento alcanzar pero sigo sin avanzar. Se abre y se cierra continuamente, y al cerrarse hace un sonido cada vez más alto, hasta llegar a un punto en que mis oídos no lo soportan.
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El sonido de la puerta me despertó. Estaba muy desorientada, hasta que vi a Niall y empecé a recordar. 

TP: _____, ya he venido -Gritó desde la planta baja.


Tu: Ahora bajo -Contesté yo.

Miré la hora en el móvil. Eran las diez. Hemos dormido cuatro putas horas. Decidí despertarle, igual Niall había quedado y al quedarse frito... Pues eso. Aunque me costó decidirme, estaba tan tierno...

Tu: Niall, Niall -Dije mientras le zarandeaba el brazo- Me acerqué más a su oído- Niall, son las diez -Abrió los ojos de repente, encontrándose con los míos. Nunca los había tenido tan cerca, son preciosos.


Niall: Mierda, mierda, mierda.


Tu: Habías quedado ¿Verdad?


Niall: Sí, con los chicos.


Tu: Bueno, Louis no está, les habrá dicho donde estás.


Niall: Eso espero, aunque no me han echado mucho de menos, -dijo mostrándome su 
móvil- ni un llamada, ni un mensaje, ni un WhatsApp -Le sonreí.


Tu: Pobrecito Niall -Dije revolviéndole el pelo para burlarme de él.


Niall: Deja mi pelo -Dijo riendo.


Tu: Es que es muy... revolvible.


Niall: Eso te lo acabas de inventar.


Tu: Pero lo es. -Nos reímos los dos. De repente mi barriga sonó.- ¿Soy la única que tiene hambre?


Niall: Nooo -Gritó- No he merdendadoo. No puede seeeer. -Bajé corriendo hasta la cocina seguida por él y abrimos la nevera. Se tiró al suelo al ver que estaba vacía. -Mi pesadilla se ha cumplido...... Una nevera vacía...... -Vaya drama por una nevera, se había puesto como un niño poseído, agarrándose las rodillas y con la mirada perdida. Si no fuera Niall daría miedo.


Tu: ¡Papaaaaaaá! ¡No hay comidaa!


TP: Ya, es que vengo del supermercado. -A Niall se le iluminó la cara.

Niall: Si si si si siiii. -Corrimos hasta el salón donde estaba mi padre y revolvimos entre las bolsas del súper hasta dar con unas galletas saladas, que nos ventilamos entre los dos en un minuto. Sonó el timbre y mi padre abrió. Yo me quedé con Niall en el salón. Al ver que no volvía nos picó la curiosidad y asomamos las cabezas por la puerta del salón. Vi a un chico también de mi edad, quizá un poco más mayor con unos ojos verdes profundos. ¿Es que todo el mundo aquí tiene los ojos bonitos?

Niall: ¡Harry! -Así que este es el famoso Harry... A veces me sorprendo de mi inteligencia jajaja.


Harry: Niall, cuanto tiempo -Dijeron entre risas con sarcasmo- Bueno, ¿No nos vas a presentar? -Dijo mirándome. Mi padre pilló que ya no encajaba allí así que se fue, no sé si a la cocina o a su habitación, pero se fue.


Niall: Ah claro em.. Esta es _____; _____, él es Harry. -Nos dimos dos besos


Tu: Encantada.


Harry: Lo mismo preciosa. Nos ha dicho Louis que os habéis echado una siesta -Subió y bajó las cejas ¿Qué insinúa? ¿Que me tiro al primero que veo? Por favor...


Tu: Y así es -Dije cortante.


Harry: Era broma, no te me enfades preciosa -¿Desde cuando era suya? ¿Por qué me llama preciosa? Me pone nerviosa. ¿Por qué me pone nerviosa? No lo sé ¿Por qué no lo sé? ¿Por qué no dejo de hacerme preguntas?


Tu: -Arqueé una ceja- Te va a crecer la nariz. ¿Pasamos al salón? Creo que es más cómodo que la puerta.


Harry: No, no, solo venía a recoger a Niall, como si fuera su madre.


Niall: Vamos mami -Me miró- Mañana irás a la piscina ¿No?


Tu: Em... creo que sí.


Niall: Bien, pues nos veremos allí -Me dieron dos besos.


Harry: Sí, nos veremos allí


Tu: Espera, ¿Vivís juntos?


Harry: Sí, así que me verás muy a menudo -Me guiñó un ojo.- Y no me crece la nariz.

Tu: Sí, mira mira -Señalé su nariz.

Harry: No voy a picar, hasta mañana preciosa.

No pillo mucho de qué va este tal Harry... Espero que cuando le conozca bien deje de coquetear. Es incómodo. A ver, no digo que no me guste, al contrario, está buenísimo, aunque tiene el ego muy subidito. Cerré la puerta y fui a buscar a mi padre, no estaba en la cocina así que supuse que estaría en su habitación. Subí y estaba trabajando con su portátil, decidí no molestarlo e irme a mi habitación. Saqué también mi portátil y empecé a escuchar música y Twitter, Tumblr... Ya sabéis.
Claro, no tenía mucho sueño, pues me acababa de despertar de una siesta de cuatro horas... Casi nada... Mas lo que descansé en el avión, puf. Me conecté al Skype, a ver si había alguien a estas horas. Bingo, Lidia estaba conectada. Vi que me invitó a una vídeo llamada, y la acepté.

Inicio de la Video Llamada
Lidia: ¡_____! Cuánto te echo de menos tía.

Tu: Pero si me he ido hoy, no seas dramática anda. -Dije con una sonrisa, intenté hacer como si no me importara, pero la echaba muchísimo de menos.

Lidia: Ains déjame. ¿Qué tal por allí? ¿Muchos chicos?

Tu: -Eso me hizo soltar una carcajada- Pues he conocido a dos. 

Lidia: ¿Qué dices? Cuenta, cuenta -Dijo emocionada.

Tu: Pues son mis vecinos.

Lidia: Ohh, y ¿Cómo son?

Tu: Pues uno es rubio con los ojos emm... ¿Peciosos es un color?

Lidia: No, pero te entiendo. -Asintió.

Tu: Come mucho, pero está delgadísimo.

Lidia: Ajá, ¿Y el otro?

Tu: El otro es castaño, tiene el pelo como... revuelto, muy mono y los ojos claros, no sé qué color exactamente.

Lidia: Sí... ¿Cómo se llaman?

Tu: Niall y Louis.

Lidia: -Se puso a pensar- Pueden ser... No, no, sería imposible, Londres es muy grande.

Tu: ¿Pueden ser qué? -Me dejó con la intriga.

Lidia: Nada, tonterías mías.

Tu: Ah, vale, si tú lo dices. ¿Y tú qué tal por allí?

Lidia: Pues como siempre... y echándote de menos.

Tu: Jo, como yo -Puse cara triste- Bueno, te dejo que si no duermo mañana no podré ir a la piscina.

Lidia: Anda con piscina y todo... Qué chula la tía.

Tu: Ejem, ejem, envidia -Dije para picarla, siempre funciona.

Lidia: ¿Yo? ¿Envidia? ¿De qué? -Se hizo la tonta.

Tu: No sé... Espera, ¿Te he dicho que comparto piscina con mis vecinos?

Disfruté al ver su cara y para que no me dijera nada, que la jode más, cerré la vídeo llamada y apagué el ordenador. Cerré la puerta y me acerqué a la ventana para cerrarla. Vi en la casa de al lado a Harry, el de antes, hablando por teléfono en el porche. Colgó y me miró. Lo saludé discretamente con la mano y el me lanzó un beso. 

Harry: Buenas noches preciosa -Susurró, pero lo dijo lo suficientemente alto como para que yo pudiera oírlo.

Tu: Buenas noches mentiroso -Respondí, el negó con la cabeza y se metió en casa. Yo cerré la ventana con una sonrisa tonta en la cara. Me puse el pijama, este:

Y me metí en la cama. Tardé en dormirme, pero lo conseguí.